DARE DOVIDJENKO

2005

SPLIT 305-2005

Galería Punctum. Lima, Perú
Museo de la Ciudad de Split. Split, Croacia

Alea jacta est

La pintura más reciente de Dare Dovidjenko es una muy personal reflexión sobre lo histórico y su imagen. El artista sustenta su visión sobre los dos pilares gemelos de Memoria e Imaginación. Esta vez su retorno a Split, en Croacia, su lugar de origen, es vivido como una visita guiada a los portentos de su máxima joya arquitectónica: el Palacio de Diocleciano, enclave de arte, placer y poder de un hombre-dios, renacido al mundo, tras la caida del Imperio, como polis o ciudad detras de murallas.

Devoto de Piranesi, Dovidjenko parece internarse en la arquitectura como ruina de un mundo antiguo. Sin embargo infunde una nueva potencia tardía a la representación cuando rehace la arquitectura, como Escher, desde una visión de lo imposible o lo insólito, que atiza su imaginación hasta llevarla a alcanzar la fortuita conjugación de arte y vida en una cotidianeidad que deja de serlo para convertirse en oráculo. El encuentro de la sensibilidad con la ruina antigua rebasa la fascinación romántica y la figura humana abandona su rol de indicador de la monumentalidad para tornarse en dispositivo de identificación al momento justo de la primera sorprendente impresión.

El artista se da licencia para re-visitar los formatos de la pintura de historia y sacar sus propias conclusiones, que lo conducen a descentrar cualquier puesta en escena y a desplazar la intención de magnificación del poder, propia del género. Al pintar el escenario de eventos históricos, precisamente cuando ya ni por asomo queda algo por ser actuado en él, la imagen es un hiato hasta hoy desconocido.

Dovidjenko se permite remover la pátina acumulada de lo vivido y reabre el proceso de cierre de toda una era.

Su pintura es una meditación cuasi benjaminiana sobre la historia que habita el presente pero se pierde en las sombras de la actualidad.

El dato de actualidad no es ni la sombra de una clave histórica pero toda sombra representada en la pintura de Dovidjenko es la clave documentada de un sueño de lo histórico, que a veces está al borde mismo de la fantasmagoría.

Jorge Villacorta Chávez




  • LA MONEDA. 2005. Óleo sobre trupán. 60 cm de diámetro

  • LA SOMBRA. 2005. Óleo sobre tela. 43 x 71 cm

  • PERISTILO. 2002. Óleo sobre tela. 128 x 236 cm

  • COLUMNA. 2005.
    Óleo sobre tela.
    240 x 60 cm

  • MAUSOLEO DE DIOCLECIANO. 2005. Óleo sobre tela.
    201 x 137.5 cm

  • METRÓPOLIS. 2003. Óleo sobre tela. 154 x 280 cm

  • LOS SÓTANOS. 2005. Óleo sobre tela. 135 x 262 cm

  • PERISTILO. 2004. Serigrafía sobre papel. 80 x 100 cm. Edición de 50