DARE DOVIDJENKO

1995

SPLIT

Galería La Galería. Lima, Perú

Split, ciudad en la que nació Darko Dovidjenko, pintor croata, es el lugar al que su imaginación retorna una y otra vez. El clima y espíritu que reinan en ella han nutrido al artista de una visión de cada día como escenario de onírica nitidez; de una metafísica urbana en la que el pasado histórico se hace insistentemente presente; y de un humor que brota por cualquier resquicio y crece como la hierba, en un instante, sin que nadie lo note, alterando seriamente nuestra percepción de lo que es contemplación.

La tragedia reciente de la guerra no le ha tocado a Split, que en esta muestra está más presente que nunca. Darko Dovidjenko ha centrado su atención obsesivamente en el monumento que, al corazón de la ciudad, es, de alguna manera, lo que –para él– pone a Split en el corazón de otra historia.

“El núcleo de la Antigua ciudad está edificado al interior del Palacio de Diocleciano, quien abdicó en el 305 de nuestra era y vivió allí hasta su muerte en el 313. El inmenso palacio (construído entre los años 295 y 305) tiene muros de 2 metros de ancho y alcanza una altura de 22 metros en el lado frente al mar y una de 15 metros en el lado norte. Originalmente tuvo 16 torres, de las que quedan 3, y 4 puertas. Un paseo bordeado de palmeras impide que el Adriático bane los muros al sur, como solía hacer. El palacio fue dañado por los ávaros, quienes en el 615 saquearon Salona; los habitants de está escaparon inicialmente a las islas pero retornaron a buscar refugio en el palacio (alrededor del año 620) y llamaron al asentamiento Splalatum.
Construyeron sus hogares dentro da las 3 hectáreas que ocupabael complejo del palacio, incorporando sus paredes y columnas.
El palacio es el ejemplo más grande y mejor conservado de arquitectura palaciega romana, y representa un estilo de transición mitad griego, mitad bizantino (1)”.

El mundo de imágenes de Dovidjenko se carga de una ironía propia que va a la par con portentos y enignas visuales, y que descompone la estela que los imperios dejan en el mundo. Cuando el Imperio Romano ya no podía más de tanta guerra civil e inseguridad, fue Diocleciano el que empezó su salvación, pero a un precio muy alto: aniquilando la vida política y económica de la ciudadanía.

En su pintura, Darko Dovidjenko, un desplazado por propia decisión de aquella dimensión en la que la guerra es la razón del más fuerte, sueña en blanco y negro, a veces en sepia y otras en color. En su sueño una historia en ruinas vuelve al desorden de la vida, como historia de una ficción. El poder y la gloria ya no están más representados por la figuras que en el pasado fueron símbolos, pero a la luz del sol y aún a la luz de la luna, la imaginación del artista reclama para sí esa paz recóndita que ahora respire bajo la faz del mundo.

Jorge Villacorta Chávez

(1) Encyclopaedia Britannica, Vol 11.; p. 107 (trad. J.V.Ch.)






  • ATAQUE AÉREO A SPALATUM. 1995. Óleo sobre tela. 180 x 160 cm

  • COLUMNA. 1995.
    Óleo sobre tela.
    240 x 60 cm

  • ¿SERÁN ÁNGELES? 1995. Óleo sobre tela. 177 x 156 cm

  • LA LUNA. 1995. Óleo sobre tela. 40 x 120 cm

  • FREUD. 1995. Acrílico sobre trupán. 90 x 60 cm

  • BODEGÓN LAS HORMIGAS. 1995. Óleo sobre tela. 55 x 147 cm

  • PALETA. 1995. Óleo sobre trupán. 40 x 39 cm