DARE DOVIDJENKO

1989-1990

SIN TÍTULO

Galería L’Imaginaire. Lima, Perú

Dare Dovidjenko
Psicorrealidad y Humor

Frente a la obra que Dare Dovidjenko expone actualmente en la Galería L’Imaginaire (Alianza Francesa, Miraflores), uno descubre de golpe la falta que hacía la presencia, en lugar visible, del juego creador de este artista yugoslavo. Uno extraña su breve tiempo de colaborador en las páginas de un suplemento local de humor, publicación innovadora en un primer momento; algunos de los trabajos expuestos ahora son prueba de que esta veta está lejos de haberse agotado: aquí está, fresca y sorprendente para todos. Pero esta vez, Dovidjenko entrega algo más abierto, amplio y hondo.

En los 20 trabajos presentados -óleos y dibujos en acrílicos sobre tela- se pone de manifiesto un amor acendrado por el dibujo, piedra angular de este arte. Dovidjenko no se vale del dibujo para representar la realidad que los ojos perciben y la mente ve convencionalmente. Pero sí se vale de la representación de lo real para dibujar una realidad interior que el observador reconoce como tal, movido por un súbito despertar de la imaginación. Esta adhesión imaginativa, alimentada por el sesgo de lo absurdo -presente paradójicamente, cual elemento ordenador compositivo-, acerca la conciencia a la verdad, que acá hala desde el trazo.

El trazo de Dovidjenko puede hacer surgir configuraciones espontáneas de un mundo interior, en un fluir controlado únicamente por un maduro sentido de oficio. Puede también recorrer, apropiándose formas salidas de otras manos en otros contextos plásticos (Leonardo, Miguel Angel, Velásquez, Dalí); en este caso, lo real está en estas formas artísticas consagradas, que por su ubicuidad cultural se han salido del ámbito plástico, siendo por lo tanto susceptibles de una manipulación o de un reciclaje revitalizador, bajo el signo del humor. No hay nadie es particularmente notable, hasta en el detalle del marco.

Tres trabajos son especialmente interesantes por ser terreno de confrontación entre lo gráfico y lo pictórico. Homenaje al Dibujo Animado, óleo que condensa modalidades del surrealismo. Se carga de inocencia y mágica ternura a partir de ese cuadro al interior del cuadro, en el que el niño-pintor ha capturado el mar; la figura femenina con una estrella en la frente, ejecutada en el estilo de la ilustración decimonónica, desciende vertiginosamente contra un fondo de nubes, portadora del sortilegio.

Llamada desde la casa de la playa concita el interés por el contraste del fondo, obtenido por achurado sobre gris aplicado en plano (tratamiento también dado a las olas), y el tratamiento casi hiper-realista de una figura que bien podría ser “robada” de un contexto clásico, pero a la cual Dovidjenko ha dotado de un teléfono; el curvamiento del piso, como en una ola, es experimentado por el observador como imagen de su posición incierta en este mundo secreto. La Hechicera parecería ejemplificar la utilización del procedimiento a la inversa; lo real asoma por un “hueco” de la composición en dibujo; la quietud contienen un elemento onírico poderoso.

Se aguarda con sumo interés todo desarrollo de Dovidjenko, para quien el arte es pan de cada día.

Jorge Villacorta Chávez.







  • SIN TÍTULO 1,2,3. Tríptico. 1989. Acrílico sobre cartón. 50 x150 cm

  • HOMENAJE AL DIBUJO ANIMADO. 1989. Óleo sobre tela. 120 x 100 cm

  • LLAMANDO DESDE LA CASA DE LA PLAYA. 1989.
    Óleo sobre tela. 140 x 120 cm

  • NO HAY NADIE. 1989. Óleo sobre tela. 60 x 100 cm

  • RETRATO DE MONET. 1990. Óleo sobre tela. 120 x 100 cm

  • LA MAMÁ DE LOS PITUFOS. 1990. Óleo sobre tela. 117 x 100 cm

  • LA PERSISTENCIA DE LA MORTADELA. 1990. Óleo sobre tela. 100 x 120 cm

  • SOMOS. 1990.Óleo sobre tela. 115 x 86 cm

  • LA HUEVONA II. 1990. Óleo sobre plato. 32.5 cm de diámetro